Haciendo un recorrido por los autores, me doy cuenta que el
enfoque de la ética está encaminado al desarrollo, no de manera individual o
como entes fuera de una sociedad; sino como comunidad, como empresa que se
transforma y adapta a las necesidades positivas del ahora.
En el caso anterior directamente citado con respecto al
periodismo, se denotan ciertos comportamientos y acciones que tomamos los seres
humanos por vanidad, ego, poder y hasta dominación de los pares.
En este sentido es claro que los valores se fortalecen desde
la cuna para lograr una empatía con el entorno y el reconocimiento
ejemplarizante del comportamiento, la acción, el hecho que marca la ruta y la
conducta de los que están cerca y afectan el medio con sus acciones y
comportamientos.
Más aún un medio masivo que llega a tantas personas como la
verdad absoluta; si no hay otra postura de opinión, de análisis o contra parte
para no quedarse con una sola versión de los hechos como sin derecho a refutar,
opinar o pensar diferente a la masa, estamos condenados a ser sometidos y
manejados a voluntad por los que tienen el poder.
De allí la importancia de la ética aplicada en todos los
ámbitos, y que permita encontrar la ruta que tanta falta le hace al ser humano,
la familia, las universidades, los líderes políticos, las empresas y los países.
Actualmente en Colombia estamos en busca de la paz, pero
dejamos de lado la ética, el sentir general de la sociedad es que no somos conscientes
del daño ocasionado, de lo que ha acarreado la guerra durante tantos años y no
tenemos memoria para intervenir como ciudadanos en la transformación siendo
flexibles entendiendo la ética como elemento fundamental para el cambio en lo
social, político, ecológico y hasta afectivo.
Atte.:
Jaime Silva.
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